Con pequeñas acciones diarias les podés dar el bienestar que necesitan para una vida sana y plena.
Cuando una mascota llega al seno familiar es todo un acontecimiento: no solo cambia su vida sino también la vida de quienes lo rodean. Su llegada genera una gran responsabilidad ya que es un ser vivo que tiene necesidades y requiere de toda nuestra atención.
Podés cuidar a tus bichos con pequeñas y simples acciones diarias. Cada una de ellas va a ayudar a que crezcan sanos, fuertes y sobre todo felices.
Estas recomendaciones pueden ser muy útiles para tu primera vez con una mascota.
- Identificá a tu mascota: puede ser con una placa en el collar que posea su nombre y tus datos como propietario. También a través de opciones como el microchip -el cual tiene el tamaño de un grano de arroz- que se implanta bajo la piel y contiene un código que permite identificarlo fácilmente.
- Kit mascotero: debe constar de su cama, una transportadora, platos para agua y comida, collar y correa, cepillos (para pelo largo o corto) y juguetes. Este equipo básico puede variar dependiendo de las necesidades y características de cada mascota.
- No humanices su alimentación: las mascotas no deben llevar la misma dieta que un ser humano. Su nutrición requiere de otro tipo de alimentos. Darle una alimentación natural no implica darles carne, arroz o polenta. Es importante consultar con un veterinario, respecto a que es lo mejor para que coma sano y balanceado. Siempre debe tener agua limpia y fresca. Lavá su plato de comida diariamente.
- Ejercitación: busca la manera para que se mantengan activos a través de juegos, paseos o salidas. Es fundamental para su estabilidad emocional. Siempre necesitan una dosis de recreo y diversión.
- Salud: Un aspecto importante es la desparasitación, ya que no solo está en juego la salud del animal, sino también de las personas que conviven con él. Los medicamentos antipulgas deben aplicarse periódicamente, conforme al peso del animal.
Las vacunas son muy importantes ya que los protegen de enfermedades que pueden ser muy complejas e incluso fatales (parvovirus, moquillo, leptospirosis, rabia, toxoplasmosis, entre otras). Mantené al día su plan vacunatorio, y consultá todas las veces que necesites con su veterinario.
- Animales “exóticos”: Si vas a adoptar una mascota exótica consultá primero con un veterinario, para conocer los pros y contras respecto a sus cuidados. No adoptes animales que estén prohibidos para ser mascotas. Si tenés alguna sospecha sobre su condición o procedencia denunciá a las autoridades locales.
- Aprender a poner límites: el nuevo integrante de la familia debe entender que en cada “jauría” hay jerarquías. Es por eso que el humano acuerde con los demás integrantes de la familia sobre qué cosas puede hacer la mascota y que cosas no. Esto ayuda a construir un entorno más sano y seguro para él.
En casos extremos la ayuda de un instructor va a contribuir positivamente sobre la conducta de tu mascota.
- Afecto y paciencia: cuando son cachorros, cada movimiento es una aventura. Seguramente romperán cosas, harán sus necesidades en lugares inesperados y te morderán fuerte solo por jugar. Vas a tener que armarte de paciencia y comprender que es parte de su ciclo vital. Por eso es importante dedicar tiempo para estudiar sus actitudes a fin de conocerlos mejor y por sobre todo quererlos mucho.
- Adoptá, no compres: Hay infinidad de animalitos en refugios/lugares de tránsito que necesitan el calor y el afecto de una familia que los cuide. Podés cambiar su vida y la tuya con ese gran acto de amor que es la adopción, siempre responsable.
“LOS ANIMALES NO SON PROPIEDADES O COSAS, SINO SERES VIVIENTES, SUJETOS DE UNA VIDA, QUE MERECEN NUESTRA COMPASIÓN, RESPETO, AMISTAD Y APOYO” (MARC BEKOFF – ETÓLOGO/ESCRITOR)
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